Hoy aprenderemos un esquema muy básico para la iluminación de un producto gastronómico. En este caso, una miloja de turrón. Iremos paso a paso desgranando la fotografía que como fotógrafo gastronómico de Masoel Fotopro te propongo.
El fotógrafo gastronómico ante una miloja de turrón: Primera fotografía mental:
Lo primero que hace un fotógrafo gastronómico es hacer una fotografía en su mente.
Ha de hacerse varias preguntas, y la primera tiene que ser: Una vez que tenga la miloja de turrón en mis manos, ¿de cuanto tiempo dispongo para hacer la fotografía antes de que el hojaldre o la crema de turrón se desmoronen y pierda su vistosidad? Por ser un producto perecedero y de repostería no tenemos mucho tiempo para realizar nuestro trabajo, así que antes de llevarla a nuestro estudio, tenemos que tener claro qué queremos.
Una segunda pregunta sería: ¿Que atrezzo necesito para hacer mi fotografía? Como ya sabemos que una vez que tenga la miloja en el estudio no disponemos de mucho tiempo, tengo que prepararlo antes. Para ésta ocasión quería utilizar de fondo un material con una textura rugosa y con algo de volumen, así que en mi almacén tenía un ladrillo volcánico para decoración de jardín que me gustó. Además su color claro era parecido al color de la miloja. Como base, para diferenciarlo del fondo, utilicé una pizarra lisa. Esto haría que destacara la miloja sobre esta base por la diferencia de colores y texturas.
El fotógrafo gastronómico ante una miloja de turrón: Composición de la escena.
Ya tenemos el atrezzo escogido. Nos vamos al estudio.
Recordemos que todavía no tenemos la miloja, pues para conservarla bien, no debemos manipularla hasta que no esté todo preparado.
En la mesa de trabajo colocamos la pizarra de base y el bloque volcánico como fondo, de tal manera que entre las dos piezas formaremos una L.
Para simular la miloja, me vino bien un trozo de madera clara que tenía más o menos del mismo tamaño, así que lo coloqué en la base. Coloqué los barquillos de galleta y espolvoree con canela un poco la base para decoración.
Ya tenía mi escena montada.
El fotógrafo gastronómico ante una miloja de turrón: Iluminación de la escena.
En este esquema puedes ver la disposición tanto de la cámara como de la iluminación.
Ahora vamos a desgranar lo que vemos:
Fuente Principal:
Como fuente principal utilicé un Flash de estudio con un Sofbox de 30×120, según vemos la toma en la parte izquierda. Esta luz se encuentra con respecto a la miloja a las 10 h. (si nos imaginamos las agujas de un reloj. Esta será una forma de imaginarse la situación de los elementos fácil de entender).
Con esta luz lo que pretendo es sacar del mismo plano la miloja del fondo. Y también darle iluminación y contraste a la parte izquierda de la miloja.
Fuente secundaria trasera:
Como podemos observar, toda la parte izquierda en negro y sin detalle, es lo que la fuente principal se encargará de iluminar.
Esta fuente secundaria situada a las 14 h (recordemos las agujas de un reloj), nos ilumina la parte derecha de la miloja y la base derecha de la escena. Separa nuestro producto totalmente del fondo. Y le da a la miloja un contraste parecido al de un rayo de luz que cuela por una ventana. Además, saca de la escena y contrasta las almendras que lleva en la tapa de la miloja.
Esta fuente de luz es un flash de estudio con un reflector y nido de abeja. Con esto conseguimos que la luz sea dirigida en una única dirección.
Fuente secundaria delantera:
Unida a la anterior fuente trasera, ésta se encarga de extraer más detalle.
Como vemos, ya apreciamos el volumen de la miloja. El fondo también aparece en escena. Sin embargo, no ilumina ampliamente. Sólo completa a la luz anterior.
Esta fuente de luz es un flash de estudio con un beauty y nido de abeja. Está algo separado de la escena para no ser la luz protagonista. Pero es una luz muy suave.
Veamos ahora las tres secuencias:
La iluminación principal, unida a las dos iluminaciones secundarias, consiguen ésta imagen.
La intención del fotógrafo gastronómico es hacer que ardas en deseos de comerte el producto fotografiado.
Ciertamente, ésta miloja, parece que dice: «Cómeme» «Comeme».
Retoque final: Procesado de la imagen.
Para la realización de esta práctica, no se han procesado las imágenes para no desvirtuar el aprendizaje. Excepto claro está, convertir el archivo RAW en archivo JPG para su visión.
Ahora bien. Partiendo de ésta última imagen, es conveniente que el fotógrafo gastronómico retoque la imagen en un programa de edición de fotografía profesional. En éste caso, Photoshop.
Particularmente, no me gusta editar en Photoshop mucho las imágenes, excepto lo estrictamente necesario. Prefiero poner todo mi empeño y conocimiento fotográfico en la captura de la imagen con mi cámara fotográfica.
Pero sin duda, un toque, por ligero que sea, siempre viene bien.
En ésta ocasión se emplearon los ajustes básicos de contraste y niveles. Un ligero enfoque y listo.
Este es el resultado final:
¿NO DAN GANAS DE COMÉRSELA?
Datos Técnicos:
Cámara Nikon D850, Focal 105 mm, Iso 100, f/9, 1/250
Cabezas de Flash Priolite MBX500HS ULTRA,
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